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Tu color y tu pasión, por Pilar Ortiz
12 de noviembre de 2020

En esta ocasión me quiero enfocar en lo que es pilar externo: en cómo proyectamos como nos sentimos con respecto a nosotros mismos, y cómo queremos que las demás personas nos perciban. Específicamente, quiero hacer énfasis en los colores y las vestimentas que usamos en diferentes momentos.

¿Alguna vez te has puesto en el ejercicio de pensar cuáles son los colores que mejor te salen? ¿Sobre cuáles son los colores en los que te sientes más cómod@ y cuáles son los que objetivamente se te ve mejor?

Es importante reconocer cómo nos ve la gente con la que nos comunicamos, e identificar qué es lo que queremos proyectar. Es por esta razón que quiero que te tomes un momento y pienses: ¿cuál es la presencia de impacto que quieres dar?

A partir de esta pregunta puedes comenzar a elaborar tu imagen, entender cuál es el estilo que quieres proyectar. Que la gente te viera y se pensara a si misma: “¡Wow! Definitivamente esta mujer es relajada, corporativa, práctica, fresca, relajada.” Que a la gente que te vea se le quede algo, que dejes una huella, un impacto por el que te recordarán.

Vamos a encontrar ese algo que nos identifica, esa imagen que proyectamos. Si aún no la encuentras, ¿cuál te gustaría que fuera esa imagen?

Algun@s de mis clientes hablan sobre querer generar confianza en la gente, en expresar correctamente la informalidad, lo corporativo, etc. Existen casos en donde a mis clientes les han dicho precisamente cuáles son sus fuertes, pero a falta de conciencia no lo explotan. Por ejemplo, cuando nos dicen que tal peinado nos queda bien, o que tal camisa es espectacular. Es importante ponerle atención a estos llamados e impactos que dejamos en las personas, ya que son con estas pistas que podemos comenzar a construir una marca de impacto.

Es por eso que volvemos a los colores y te invito a que pienses en lo siguiente. Identifica los colores que te hacen vibrar, los que más te gustan, con los que más cómod@ te sientes. Busca también aquellos colores que te quedan bien, identifícalos cuando alguien te dice que te ves bien, pregúntale a tus familiares y amigos. Y adicionalmente, cuando vayas a escoger vestimenta, escógela de tal modo que le hable a la audiencia a la que le hables. Vístete de forma tal que a esa persona le guste y le hable directamente, te pones en sus zapatos. Si eres docente de Yoga, probablemente debes transmitir colores livianos, que transmitan paz, como el blanco.

Si los colores que más te gustan, y los colores que mejor te quedan, son los mismos, ¡felicidades! Has dado en el clavo, estarían en sintonía y te vas a ver bien con los colores que más te gustan. Sin embargo, esto no siempre es el caso y en general tienes que irte por los colores que mejor te quedan, que mejor te hacen ver, que con tus favoritos. Comunícate con ese color que has identificado como el que mejor te hace ver, y tus colores favoritos, con los que más vibras, los utilizas a tu alrededor. Un ejemplo de esto puede ser usar los colores en flores, accesorios, decoraciones, tu espacio, etc.

En la teoría, podemos hablar de los varios efectos sociales y psicológicos que tienen los colores. Por ejemplo, el color azul transmite tranquilidad y serenidad. El gris, color ambiguo e indefinido, puede transmitir monotonía, sofisticación y modernidad.  El amarillo suele considerarse el color más alegre y vital, como el color rojo. El negro puede simbolizar elegancia, autoridad y respeto.

Es cuestión de jugar con los distintos colores e ir tomando nota de cómo reacciona la gente con tus distintos experimentos fashionistas, ¡adelante!