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La primera impresión y la prueba de los 7 segundos, por Pilar Ortiz
7 de diciembre de 2020

 

El siguiente blog ha sido escrito con base en una charla expuesta por Maria Elena Campos en una de mis sesiones PAC. Me he tomado la libertad de resumir su contenido y colocarlo en esta entrada de blog.

 

Antes de realmente conocer a una persona, siempre vamos a tener una primera impresión de ella; comenzamos a escanearla y a ver qué nos repele o llama la atención. Y esta dinámica no se queda solamente en el mundo físico, virtualmente también sucede lo mismo. Si la persona ha causado tanto impacto en esa primera impresión, se llega a pensar "quiero conocer a esa persona, quiero hablarle a la persona de ese cuadrito de allá".

Jeff Bezos dice que la marca personal es aquello que las personas dicen de nosotros cuando no estamos en el salón. Es la impresión que queda en la gente. ¿Qué es lo que la gente dice de ti cuando no estás en el evento? ¿Cuando no estás en la oficina o la empresa? Eso viene siendo tu marca personal. Para ponerlo en términos más simples, tu marca personal es tu reputación. Es la reputación que has construido y que cambia a través de los años.

Te pongo un ejemplo: todos conocemos gente con niños pequeñitos. Cuando planeas una reunión y te dicen que van a llevar a su hij@, te va a provocar una reacción a partir de la reputación que tengas del niño. Si te atrae la energía del niño, aceptarás con ganas, "¡Sí! ¡Que venga!", mientras que, si sabes que el niño es problemático, no tendrás precisamente la misma reacción. La reputación comienza desde la niñez y va cambiando y evolucionando.

¿Cuál es tu reputación?

Tu reputación consta de 4 pilares fundamentales: apariencia (parte física), comportamiento (ética, cómo te desenvuelves), comunicación (cómo te comunicas con los demás, con qué confianza lo haces, tus prácticas sociales), y marca digital (redes sociales, perfil virtual).

En esta ocasión nos vamos a concentrar en la apariencia. El 93% de la reputación y el cómo nos percibe la gente se basa en cómo nos vemos y cómo sonamos. La primera impresión que damos es esa. No más el 7% es lo que decimos, las palabras y el contenido de lo que expresamos.

Así no me creas, cada uno de nosotros tiene únicamente 7 segundos o menos para dar una primera impresión. Ya sea una mala, mediana o excelente impresión.

Tu apariencia le habla al mundo sin decir una sola palabra, envía un mensaje, demuestra tu estilo de vida, y causa la primera impresión en las personas. Tu apariencia te representa a ti, a tu organización, empresa, a tu barrio, etc. Y solo son 7 segundos que tienes para dar esa impresión.

Ahora, vamos a dar un paso a paso a las 7 áreas principales para comenzar a trabajar la apariencia y comenzar a identificar esa impresión que estamos proyectando.

  1. Zapatos: tienes que sentirte cómodo. Si están muy ajustados, se verá en el rostro. Deben estar en buen estado siempre. Deben sentirse cómodos y que te den poder y seguridad.
  2. Uñas: no importa el color y la forma. Lo fundamental es tenerlas limpias, en buen estado.
  3. Cabello: llama mucho la atención, como lo tengas siempre va a emitir un mensaje. El color, el estilo y el corte van a definir mucho la primera impresión. Toca tener cuidado porque a veces puede funcionar como una barrera, tapando tus ojos y tu cara.
  4. Ropa / Vestuario: los colores que utilizamos, el estilo de nuestra ropa dice mucho de nosotros y cómo nos presentamos. La ropa arrugada, descolorida ¿qué impresión nos da? La ropa muy ajustada no nos permite movernos y la incomodidad se refleja en nuestra cara. La ropa blanca y negra deben estar impecables y en perfecta condición. Son colores que fácilmente pierden su intensidad, y cuando no están en su estado óptimo, se nota bastante (decoloración, peluzas, manchas, etc.)
  1. Accesorios: los hay tradicionales como collares de perlas, aretes, mancuernillas y relojes para los caballeros. Se habla de carteras y billeteras que representen nuestro estilo. ¿Qué tan organizadas están? ¡Actualmente las mascarillas son muy importantes! Puedes pensar en mascarillas que vayan con tu estilo, pueden funcionar como icebreaker para ayudarte a dirigir la conversación. Los accesorios llaman la atención y mantienen amenidad.
  2. Postura: desde la conversación cara a cara hasta la reunión Zoom, como sea nuestra postura corporal va a definir mucho nuestra apariencia. Es importante mantener una postura erguida, con la cabeza en alto y los hombros hacia atrás.
  3. Gestos: la sonrisa. Nuestros gestos invitan o repelen. Sonreír es una práctica fundamental para causar una buena impresión.

Recuerda, debes alinear tu imagen con tu mensaje. Definir tu mensaje y tu imagen te permitirá tener una poderosa primera impresión y obtener mayor seguridad en ti mismo.