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Tres pasos para cambiar tus hábitos sin excusas por Pilar Ortiz

Hay varios errores que se cometen al querer cambiar algún aspecto de nuestra vida o nuestra rutina, y que hacen que fracasemos en el intento. Como experta en mentalidad, te voy a compartir tres claves para que, de una vez por todas, alcances tus objetivos

Empiezas cada nueva etapa, ya sea el comienzo de año o incluso al inicio del mes, siempre con los mismos objetivos (o muy parecidos).

“Voy a mejorar mi alimentación, voy a hacer deporte tres veces a la semana, voy a planificar mis comidas, voy a dejar de fumar”, etc. Está claro que si estas metas se repiten una y otra vez es porque en las oportunidades anteriores no tuviste éxito o acabaste por abandonarlas en lugar de convertirlas en verdaderos hábitos. Se vuelven ciclos infinitos que nunca culminan.

 Así que toma nota de estas tres claves para romper el círculo vicioso:

1. Comienza de a poco: ajusta las expectativas que tienes y plantea un objetivo que puedas conseguir. Si la meta es demasiado alta y cambia de forma muy drástica tu ritmo de vida, es bastante probable que acabes por abandonarla.

Por ejemplo, pasar de no haber hecho ejercicio desde hace varios años a proponerte hacer una hora de deporte seis días a la semana, es algo que puedes abandonar por la falta de costumbre.

¿Por qué mejor no intentar hacer ejercicio dos veces a la semana? Así lograrás objetivos más fáciles de alcanzar a corto plazo y poco a poco te acercarás a la meta.

2. Hazle seguimiento a tu proceso: las personas funcionan mejor cuando monitorean los progresos.

Mantén un registro diario donde puedas visualizar los avances y las partes del proceso que resultan más complicadas. Esto es parte de conocerte, de entender tus fortalezas y las cosas que te cuestan para transformarlo y lograr alcanzar lo que deseas.

3. Hazlo visual: la visualización te permite hacer consciente lo inconsciente, contemplar nuevas posibilidades, definir tus objetivos, disfrutar de la sensación de lograr lo que deseas, esto es un poderoso motivador y, finalmente, facilita que consigas tus metas.

Como verás, es un proceso mucho más ameno que simplemente luchar por llevar a cabo conductas, esperando que con el tiempo traiga algún beneficio.

Por mucha motivación que tengas, hay días en los que no apetece hacer nada y saltar la rutina es una tentación. Si bien creo que si ‘fallas’ algún día no debes juzgarte, todos buscan un truco que les ayude a no desfallecer en estas ocasiones en las que faltan las ganas. Por ejemplo, puedes premiarte con una cena que te guste y quedarte con ese sentimiento de satisfacción.

Aplica estos consejos y cuéntame cómo te va cambiando tus hábitos.

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Pilar Ortiz

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